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De acuerdo a las estadísticas mundiales y comparando países (que en muchos caso es comparar peras con manzanas) México no esta tan mal, no quiere decir que este bien ni mucho menos, lo que los indicadores señalan es que, a pesar del entorno  de inestabilidad que hay en algunas naciones de Latino América como son Venezuela, Brasil y Argentina, y que el precio del petroleo esta muy por debajo de lo estimado, que la tasa de homicidios va a la alza, que la corrupción es un tema intocable e intratable en los gobiernos tanto federal como locales, que la macroeconomia sigue siendo prioridad para el Secretario de Hacienda y el Gobernador del Banco de México antes que la microeconomia, si esa con la que los ciudadanos de «a pie» contamos, con la que tenemos que convivir a diario en la búsqueda contante de una mejor vida o una mejor supervivencia, en la que se debería de notar que con el dinero que ganamos tenemos lo suficiente para cubrir nuestras necesidades básicas y otro poco.

La percepción de los mexicanos es que no vamos bien, que por uno o varios lados del polígono es correcta, en cambio si nos enfocamos a los indicadores económicos se puede decir que no va tan «pior», el punto es que como cambiar la percepción de la gente cuando no se dicen las cosas o no se explican de una forma en la que se entiendan que vamos por el camino adecuado (lo cual no significa que sea el correcto, casi siempre es el «menos malo»), ¿Que necesitan los gobiernos para cambiar esa opacidad de noticias positivas? ¿Los funcionarios y servidores públicos apoyan a que las notas buenas permeen hacia el pueblo, que es su verdadero patrón?  ¿Lo están ayudando los medios de comunicación, las redes sociales? ¿Los poderes judiciales y legislativo están comprometidos a que la situación mejore y que nos encarrilemos como país a un mejor futuro? ¿Hay alguna «receta mágica» para que la visión y la percepción cambie? ¿Dónde están los expertos en «marketing político y los que manejan la imagen de la marca «México»?hecho en México.jpg

7 mil millones de personas habitan el tercer planeta del sistema solar llamado Tierra,  y en México vivimos 121,005,816 personas según datos del INEGI (www.inegi.org.mx), en el aspecto de tamaño de territorio estamos situados en el lugar decimotercero de 194 países soberanos reconocidos por la ONU y en cuanto a economía también estamos en el cabalístico 13 de acuerdo a cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Estos datos que miden a nivel global  lo que es México, y al voltear hacia adentro nos damos cuenta de que hay situaciones que no han cambiado sobretodo en la percepción de los mexicanos, ya sea por la distorsión de los medios de comunicación en cuanto a intereses de diferente índole, a la falta o fallas en la difusión de la información, además de la manipulación de los diversos factores que intervienen en los asuntos del país. ¿Que quiero explicar con estos datos y este «rollo»?

Que hay que darle la justa dimensión a los problemas y acontecimientos en cuanto a la afectación de la  vida cotidiana de este gran país, y no por minimizar asuntos tan graves como lo es la inseguridad o el narcotráfico, o las reformas estructurales y su efecto en el corto y largo plazo a la economía, simple y sencillamente es que no es posible que un grupo minoritario de personas quieran controlar  puntos medulares que afectan a a la mayoría, un claro ejemplo de esto son las manifestaciones y plantones que se realizan en la Ciudad de México en las que cientos afectan a millones que requieren trasladarse  y trabajar para subsistir. ¡Así no funciona la democracia!

¿Que intereses se mueven en temas tan importantes como son la educación, la seguridad, la economía que no permiten alcanzar la estabilidad y crecimiento necesarios para que la distribución de la riqueza sea más equitativa? ¿Que hay que hacer para que la gente participe en la toma de decisiones de temas coyunturales y que permita que otros asuntos distraigan su atención? No son preguntas ingenuas que puedan ser contestadas de forma simplona, sino que hay que responder de forma honesta y responsable para alcanzar un nivel de desarrollo que nos permita vivir en una sociedad más libre, más justa y más humana.Centro-historico-Ciudad-Mexico

 

cornucopiaMéxico, el país que lo tiene todo, según un cuento que platicaba mi papá cuando yo era niño, en la época en que la economía estaba»a pique» en plena administración de la abundancia, en el que Dios creo un país que era casi un paraíso con miles de kilómetros de costa, bosques, selvas, desiertos, plata, petroleo, etcétera, en fin una maravilla, y como vio que estaba con mucha ventaja para con los demás países, lo equilibro ¡llenándolo de mexicanos! Así de triste era el cuento y el momento que vivíamos con la crisis que se volvió recurrente.

¡Claro que no estoy de acuerdo con ese relato! Aunque si es un tema a reflexión el porqué no hemos despuntado tanto internamente como en el exterior si ya somos una nación madura que va a cumplir 194 años de haberse conferido como una nueva nación (dato curioso para el 2021: se cumplen 500 años de la conquista y 200 de la independencia).

Es tema que grandes pensadores han desarrollado y que llegando a muchas conclusiones, no se ha definido un rumbo eficaz y eficiente para que México se desarrolle, acabando con los temas de pobreza, desigualdad, inseguridad  y corrupción y lograr un crecimiento social, económico  y cultural.

Si se conocen cuales son los problemas, ¿Como se están implementando las soluciones, ya sea por parte del gobierno o por la sociedad civil? ¿Y realmente sabemos cuáles son las soluciones para mejorar a nuestro país? ¿La clave es invertir en educación formal a los niños para que los futuros adultos vivan con mejores expectativas de vida?¿Invertir en infraestructura para mejorar las comunicaciones y aumentar la productividad?¿Perfeccionar las leyes  y su impartición para hacer una sociedad más justa?¿Inculcar valores como el respeto, la disciplina y la ética para aplicarla en la vida cotidiana de las personas?¿Fomentar la responsabilidad individual y corporativa en pro del bien común?

1.8 SHCP ¿Otra vez? ¡No, por favor! Esto es un “deja vú”, 1.8% de crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto: es una medida macroeconómica que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda final de un país durante un período determinado de tiempo (normalmente un año).El PIB es usado como una medida del bienestar material de una sociedad. Su cálculo se encuadra dentro de la contabilidad nacional. Para estimarlo, se emplean varios métodos complementarios. http://es.wikipedia.org/wiki/Producto_interno_bruto) en 2013, cuando a principios de año, estaba pronosticado 3.5%, esta noticia la dio La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, anunció que su pronóstico de crecimiento del PIB de nuestro país para este año era de 1.8%; en enero de 2013 se estimaba un crecimiento de 3.5%, y la pregunta es ¿Pero que nos paso? Si todo pintaba para que la marca México subiera como la espuma (y no de cerveza que ya nuestra famosa industria esta en manos de empresas extranjeras), que estábamos de moda por que los países BRIC no iban a crecer tanto como esperaban y que mejor los inversionistas voltearan a ver a México.

Esta noticia, opacada por las manifestaciones de maestros que se oponen a que los evalúen, en un galimatías (palabra dominguera que significa lenguaje oscuro por la impropiedad de la frase o por la confusión de las ideas) ya que los profesores enseñan y evalúan a los alumnos ¡México, magia y encuentro! Y que los diputados no pueden ingresar al Palacio Legislativo para terminar con la reforma educativa, y mientras pasa esto y muchas cosas mas, la verdadera magnitud de la noticia es catastrófica, es un paso para atrás en materia económica, la razón de este mal calculo debe de ser publicada junto con una disculpa pública por parte del gabinete económico, ya que tira por la borda, planes y presupuestos de las empresas que confían en la información proporcionada por las autoridades financieras del país.

1.8% de crecimiento significa que no se van a crear los empleos suficientes para la población económicamente activa que de acuerdo a datos del INEGI  somos 43,633,759 de personas, lo que no significa que estén laborando o que tengan un trabajo remunerado; significa una baja en la producción de bienes y servicios por que no hay quien los compre, significa aumento en la inseguridad por que como no hay trabajo, no hay dinero y hay que conseguirlo de cualquier forma, y una serie de evento que vuelven a este problema un circulo vicioso, que difícilmente se puede romper.

Esto se una situación que desde hace 35 años sucede de forma recurrente en el primer año del sexenio, y que nos tiene a los mexicanos sin poder dar el “brinco” hacia una situación social y económica que nos lleve a mejores estándares de vida. ¿De que nos sirve tener supermillonarios en la lista de Forbes si esa riqueza no se puede distribuir de forma equitativa por que el gobierno tiene que hacer ajustes en su presupuesto y eliminar rubros del gasto social que tratan de solucionar ese problema? ¿Y que importa si el petróleo es “de todos los mexicanos” cuando los ingresos recibidos no los siente uno en el bolsillo, en la forma de impuestos y contribuciones mas justas e parejos para todos, cuando esos ingresos se tienen que ir a cubrir “huecos” originados por la falte de otros ingresos derivados del bajísimo crecimiento económico del país?

La desilusión es una mala consejera para tomar decisiones, sobretodo las que afectan a las mayorías, México requiere mas inversión en infraestructura y en desarrollo de sectores que puedan potenciar el crecimiento.

No podemos ser rehenes de sindicatos, de líderes “profetas”, de caudillos y de legisladores poco instruidos en hacer leyes, de funcionarios corruptos que hacen mas daños que los cárteles del narcotráfico.

Hay soluciones complejas y de mediano plazo que debe arriesgarse el gobierno a implementarlas para que de verdad México sea una potencia mundial en 35 años. (http://istmo.mx/2013/07/mexico-hacia-2050/)

Mis propuestas se las doy a conocer en la siguiente entrega.

Una de las formas de difundir y obtener información es «twitter» y con el cual tenemos acceso a cualquier tipo de información (hasta el momento sin ninguna censura), y aquellas que me llaman la atención las busco en su página de origen, con base a este acción, busque una noticia en donde decía que «Peña Nieto dejo de recibir el apoyo de más de 15 millones de electores en 3 meses» en un o llamado revista EMET y firmado por Francisco Rodríguez (http://recorta.com/5e44b9) en el que, de acuerdo a las cuentas de este «periodista», por 7% que perdió de octubre de 2011 a febrero de 2012 ( ¡Que apena esta a la mitad!) perdió 15 millones de votos, con el padrón electoral a diciembre pasado de 84 millones 64 mil 87 ciudadanos, (esta cifra habla de la pobreza del análisis por que en la pagina del IFE (http://recorta.com/67f0bd) que al corte del 10 de febrero el padrón es de 84’848,532 personas en edad de votar, lo que significa que ¡Casi el 18% son esos 15 millones de votos perdidos por EPN!

¡Qué pena! que algunos periodistas con el poder que les da internet y los pasquines electrónicos, así como la militancia de «izquierda» que no entiende razones y que solo con el golpeteo mediático y la desinformación pretenden ganar la presidencia, “manoseando” cifras y argumentando motivos fuera del contexto político real de nuestro país.

Considerando que la izquierda es una opción y que ha funcionado muy bien principalmente en Europa, aquí en México no han dado alguna alternativa real y verdadera acerca de cómo solucionar los problemas tan graves como la pobreza, que sigue siendo el más grave ya que propicia a los demás como son la inseguridad y la violencia, ahí está el verdadero reto de los propuestas políticas, el como dar soluciones y lograr un cambio real sin demagogia ni populismo, con acciones concretas, sustentables y con miras al largo plazo.

Existen 3 tipos de mentiras: la mentira, la maldita mentira y las estadísticas. Mark Twain

Iniciando el año 2012 D.C. en el cual se renovara al titular del poder ejecutivo y  a los integrantes del poder legislativo federal de nuestro adorado México (un debate interesante sobre el nombre de nuestro país se registro hace ya 3 sexenios, con el rumor de que el presidente en turno se quería volver a postular sin ser reelección ya que se iba a modificar el nombre de Estados Unidos Mexicanos a México, aunque suena como a ¡ teoría de la conspiración!).

En fin, lo que solicito a los por el momento precandidatos de los partidos y alianzas políticas es que a las personas que pertenecemos a ese estrato socioeconómico llamado medio, que en los países pertenecientes a la OCDE es la clase más numerosa excepto…. ¡si adivinaron! en México, lo cual no es una noticia novedosa ya que hay 52 millones de mexicanos en pobreza, esto es el !46%¡ de la población, según cifras del Coeva (web.coneval.gob.mx), ¡Nos tomen en cuenta en su propuestas!

La clase media que es la que sostiene prácticamente al gobierno, sobre todo las personas que otorgan la prestación de un servicio personal subordinado (de

acuerdo a la Ley del Impuesto sobre la Renta) que son contribuyentes «cautivos» y que se les retiene hasta un 30% del salario más las aportaciones a la seguridad social, eso sin tomar en cuenta los impuestos indirectos que no pueden trasladarse como el IVA o el IEPS, amén de los que están ocultos en el precio de la gasolina y el gas («quesque» subsidiados)

La siguiente publicación será la de las 10 propuestas que deberían tomar en cuenta los pre candidatos para la clase media.

Leía que  Warren Buffet, un supermillonario estadounidense a mediados de agosto de este año comentaba que el pagaba solo el 17% de impuestos sobre sus ingresos personales en contraste al 36% que les retienen a sus empleados, el señor en cuestión vive en los Estados Unidos donde el régimen tributario para personas es mucho menos complejo que el mexicano, lo que no obsta para que conste que así debe ser mas o menos la proporción de lo que pagan los mas ricos en México comparados con los asalariados que a partir de tener ingresos mensuales de $32,736.84 se les aplica una tarifa del 30% con una serie de cálculos que son de los mas complejo hacerlo de forma manual (benditas hojas de calculo, claro que para cuando vas a calcular una nomina de 50 empleados, ¡Ya no sirven!) y a los que menos ganan se les aplica una bonificación, por así decirlo, también a través de un complejo calculo que incluye la aplicación de un subsidio y un porcentaje sobre el limite inferior  y alguna que otra marometa.

Pues de cualquier modo, la aplicación de una tasa máxima del 30% de un impuesto directo a los ingresos personales es altísima si vemos el costo beneficio con los servicios con los que contamos los mexicanos, si fuera palpable como la aplicación de nuestras contribuciones al erario, seria menos pesado este descuento (si claro ¡como no!) así como decía un comercial de los 70´s en el que el gobierno federal hacia alarde de lo que se estaba haciendo y terminaba con la frase “nuestros impuestos están trabajando” y esto solo es para aquellos contribuyentes cautivos como son los asalariados  (también es famoso el cambio de denominación de causante a contribuyente para el registro en el padrón de los que pagamos impuestos, suena políticamente mas correcto).

Si en verdad se quisiera hacer mas equitativo el pago de impuestos a los ingresos (ya que el IVA es un impuesto al consumo y yo personalmente me inclino por un ajuste a la base gravable  para la recaudación por ser un impuesto mas justo, por no decirlo de otra forma menos elegante), debería n de dar mas concesiones alas personas que se les retiene este impuesto y que debe ser enterados por el patrón al siguiente mes, aunque ya comenzaron con algunos paliativos como es la deducción de colegiaturas,  que no es algo del otro mundo y que su acción es mas bien fiscalizar mas a las escuelas que de verdad apoyar de manera subsidiaria a la educación.

La pregunta que tengo es ¿Por qué le tengo que dar hasta la tercera parte de mis ingresos al Estado? Mientras los megaricos tienen asesores que les diseñan estrategias para pagar menos impuestos,  los vendedores ambulantes y comercio informal que en un día pueden ganar hasta $1,000 pesos libres de polvo y paja, y ni hablar de los lavadores de dinero que aunque les cobren impuestos ganan millones a pesar de las estrategias  poco eficaces implementadas en el sector financiero para detenerlos.

El Secretario de Hacienda Ernesto Cordero Arroyo declaro el pasado 7 de junio «Por primera vez en la historia reciente de México, el salario mínimo ha incrementado su poder adquisitivo, si quieren de manera muy modesta, pero al menos con un salario mínimo cada vez se pueden comprar más cosas y esto es por el control de la inflación y la estabilidad de los precios» , con esto realizo una presentación en la cual realizo comparaciones con los últimos 30 años del siglo pasado y la primer década de este milenios.

Si esto fuera un hecho contundente sería un éxito gubernamental, solo que no lo es ya que de acuerdo con las estimaciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) el número de pobres en México se incrementó de 46.1 a 50.5 millones y el de pobres extremos de 18.5 a 19.4 millones entre 1992 y 2008 que fue el último año con datos oficiales (hasta la nueva actualización con los datos del censo de 2010).

La economía nacional no debe ser motivo electorero ya que estas cifras nos indican que no hay una situación favorable sino se realizan cambios estructurales en la legislación que regula los aspectos económicos y sociales del País.

La paz social que tanto se presume en el mundo (nada que ver con la “guerra contra el narcotráfico” que es materia de un análisis extenso para próximos blogs) está en una situación de fragilidad y que puede, sin querer ser profeta, romperse por la desigualdad económica que hay en México.

Y como dijo Cantinflas en “Su Excelencia”  “…¿Que se acaben los ricos ? No! mejor que se acaben los pobres!…”

«El INEGI, como ustedes saben, dio a conocer que la economía mexicana tuvo un crecimiento de 5.5% en 2010. Estas cifras nos demuestran que la economía mexicana va bien y superó el año pasado todas nuestras expectativas de crecimiento.» Palabras dichas por el Secretario de Hacienda Ernesto Cordero el pasado 21 de febrero (en donde dijo esa tristemente célebre frase sobre los 6 mil pesos y las familias mexicanas).

De acuerdo a los resultado presentados, se supone que vamos por buen camino rumbo a un crecimiento económico,  solo que eso es una visión parcial sobre la economía ya que apenas estamos «tablas» porque en 2009 el PIB fue de -6.5% según datos de Banxico y en lo que se pronostico para el 2011 es de 3.8-4.8%, lo cual es un crecimiento del 3-4% en 3 años, ¡Una cifra nada halagadora!

¿Por que echar las campanas al vuelo y decir que la economía del país va bien? Aquí está el “quid” del asunto,  ya que las cifras “alegres” del año pasado se ven muy bien solas mas no en conjunto y a nadie le gustan las malas noticias y menos las que afectan al bolsillo de los más de 100 millones de mexicanos y mucho menos en el inicio del 5to año del sexenio donde la economía juega el papel mas importante junto con la seguridad como base para las elecciones del 2012.

La respuesta al título de este artículo es si, si vamos bien solo que podríamos ir mucho mejor ¿Cómo? Con reformas estructurales en temas como la reforma del estado en donde nos regimos por leyes caducas y una Constitución Política en un entorno totalmente diferente a la época en que se promulgo, la reforma fiscal que urge para simplificar y aumentar la captación de recursos a través de los impuestos, la reforma laboral  que haga la legislación más justa y equitativa y que fomente la productividad y el pleno empleo entre otras muchas que requiere México para traspasar el umbral del siglo XXI en paz social y desarrollo económico.

A pesar de la falta de control por parte de las autoridades federales, estatales y locales en el aspecto de la seguridad, parece ser que no afecta a los indicadores macroeconómicos que de acuerdo a los analistas económicos, se ve una fortaleza en el rumbo financiero del país.
Esto, lejos de parecer broma, es una muestra de que México va por buen camino, por lo menos en lo que se refiere a los temas macroeconómicos, la fortaleza del peso que esta a los mismo niveles que hace 2 años, después de haber cotizado casi a 15 pesos por dólar, la inflación controlada desde hace 10 años en cifras de un digito ( que si se hace el calculo, tenemos un crecimiento del 56% en esta década, lo cual haciendo una remembranza de hace 25 años cuando la inflación anual fue del 128%, ¡En esa época no cabían las cantidades en los cheques! pero eso es otra historia digna de contar en otro capitulo).
El punto es que no sentimos esa estabilidad, no hay certeza ni rumbo en las decisiones políticas, no se busca consenso ni negociaciones por el bien de nosotros los mexicanos, ¿Cual seria la receta para que esa «bonanza a nivel país» la sintamos a nivel bolsillo? ¿Que los empleos que se generen sean lo suficiente remunerados para que se active el mercado interno o la opción de bajar el impuesto al consumo es lo ideal de acuerdo a lo que quiere presentar el PRI como reforma fiscal?
Y como diría Barrios Gómez ¿Y usted que opina?